Poesía: Alice Padilha Guimarães, la actriz consagrada nos ofrece otra de mis prosas poéticas











La imagen puede contener: Alice Padilha Guimarães, sonriendo








/ Gabriel Salinas



La espera es la medida de lo auténtico, se nutre de la promesa demente del caos, germen de la originalidad, albor psicótico. 

Es la fértil posibilidad de algo que está por nacer, el rumor del follaje, el reflejo en el agua, la aparición de Lucifer, o el tacto del abandono. 

En lo dado no hay misterio, ni sigilo acechante, ni deseo, carece de la romántica tragedia porque ésta se agota apenas brota. Solo deja un delirio de tiempo y espacio que transfigura su sustancia real en fantasías de la memoria. 

El presente es un tropel de papeles arrasados por el viento, llenos de signos que pierden su sentido y se convierten en el maravilloso caos que deviene misterio. 

Fértil despilfarro es la demencia que acompaña la dolorosa espera, cataclismo hijo de la naturaleza. ¡Oh! poderoso caos, ¿acaso modelas con auténtica belleza, día tras día el acaecer incierto de todo?, misterio fascinante que ansiamos navegar.