/ Gabriel Salinas
Soledad
La soledad acompaña honestamente,
no brilla ni destella ni descubre su presencia,
es solamente ella.
Un habitat, un pájaro sostenido por el vacío de las corrientes,
una paradoja diáfana.
La soledad sutilmente abraza la mirada y descubre la nada
develando con franqueza la realidad en que estamos sumergidos.
Un océano ciego.
Un cielo pálido e infinito.
Un desierto imperturbable.
Soledad
La soledad acompaña honestamente,
no brilla ni destella ni descubre su presencia,
es solamente ella.
Un habitat, un pájaro sostenido por el vacío de las corrientes,
una paradoja diáfana.
La soledad sutilmente abraza la mirada y descubre la nada
develando con franqueza la realidad en que estamos sumergidos.
Un océano ciego.
Un cielo pálido e infinito.
Un desierto imperturbable.
La actriz chuquisaqueña Andrea Martinez, nos lee este poema
El amor y los días
Imperecedera, habitas la magia de los días felices.
Un rincón dulce del espíritu es la fuerza que nutre la vitalidad.
Una, dos, tres caricias perfectas sellan el ideal del amor, sentido
de belleza plena ganado con gloria.
Y la nostalgia, noble aliento, guarda pura ternura.
La medida de lo bueno y mejor de la vida se desliza suavemente
hacia la esperanza.
Tu dulzura, inteligencia, locura y fuerza, se vuelven el abrazo
que nunca me falta en la memoria de los días.
Y ese aprendizaje es la presencia de tu vida en mi vida.
La actriz chuquisaqueña Andrea Martinez, nos lee este poema