Entrevista: Alejandra Alarcón, una de las exponentes más importantes del arte boliviano contemporáneo, nos deja ver en los entretelones de su práctica creativa

 / Gabriel Salinas

Alejandra Alarcón es una de las artistas plásticas más lúcidas de su generación, y del arte contemporáneo boliviano que en la actualidad a llegado sobrepasar las fronteras de nuestro a veces periférico país, gracias al trabajo incasable y propositivo en el plano creativo de artistas como Alejandra. Hace poco unos días el periódico cochabambino Los Tiempo (ella esa hermosa ciudad que nos ha dado a tan grandes exponentes en el arte contemporáneo a nivel mundial), en esa nota periodística se hablaba de ella en estos términos "La Fundación Pollock-Krasner anunció el 15 de mayo que 121 artistas de 17 países fueron beneficiados con sus subvenciones anuales, proporcionando importantes recursos a creadores a nivel internacional. Una de las beneficiarias es la artista plástica Alejandra Alarcón, la cochabambina que actualmente vive en México y que constantemente representa al país por la calidad de su trabajo y la profundidad con la que cuestiona temas humanos", (https://www.lostiempos.com/doble-click/cultura/20200531/alejandra-alarcon-jugar-hacernos-muertos-sublima-miedo-muerte).

Pero nosotros entablaremos esta entrevista yendo un poco más adentro, escudriñando las influencias teóricas y lo nortes discursivos que a esta genial artista boliviana, le sirven de plataforma para proponer su propio planteamiento estético, que debemos reconocer ya cuenta con la factura de la madurez expresiva tan buscada entre los artistas. 


G.S.    Hace poco tú dijiste en una entrevista que tu muestra "Caperucita la más roja", es la que te trajo más sorpresas ¿A qué te referías?


A.A.    Caperucita fue el inicio lúdico, sincero, en el que encontré una forma de trabajar, de pensar y de crear, me ayudó a saber quién y cómo era. En esta serie encontré como relacionar mi formación como socióloga con mi práctica visual. Aborde lo conceptual a través de varios medios, pintura, collage, instalación, video concebidos además para un espacio de exposición.


                        Con Caperucita, mi trabajo llegó a otros países. Conocí a personas que me apoyaron para poder seguir.


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G.S.    ¿Crees que la violencia representada en la muestra, que es uno de los hilos conductores, además de la fragilidad de la caperucita contrapuesta con su poder y predominancia sobre el lobo, y la vulneración del cuerpo, para evocar al dolor, han sido elementos que hicieron que la obra se destaque? Entendiendo estos elementos como una especie de significantes cuyos significados se definen en la experiencia de contemplar la obra.


 A.A.    Si, puede ser. Me interesaba reaccionar fragilidad con poder, y respecto a la vulneración del cuerpo no necesariamente evocar dolor, sino más bien romper los límites, hacerlos fluido, difusos, dionisíacos.


G.S.    Según George Bataille, lo erótico se alimenta del juego de las pulsiones de vida y muerte, las cuales se llevan a sus límites para generar el goce, ¿El erotismo de tus pinturas en la serie "Caperucita la más roja”, fue intencional, o fue algo espontaneo para ti? Y qué significa para ti.


A.A.    En caperucita está implícito el erotismo como un empoderamiento del cuerpo femenino, como un estado amoral de las niñas adolescentes. En este erotismo el lobo también ella. Y sí fue intencional, justamente me interesaba explorar este terreno limítrofe entre las pulsiones de vida y muerte que también retomó en la serie del Libro de la Sangre con el mito de Perséfone.


G.S.    Por favor, ahondemos en lo del empoderamiento del cuerpo femenino, ya que en tu obra esta es una imagen recurrente, que se debate la representación total de las obras con elementos de dolor, fragilidad, sensualidad, barbarie, ¿Cómo opera ese empoderamiento al mezclar estos significantes tan peculiares según tu visión de lo que habla en tu obra?


A.A.    Creo que, en la construcción de la imagen simbólica de lo femenino (en los cuentos infantiles occidentales), siempre se ha constituido a lo femenino desde un lugar de víctima o de ser salvada por otro. Princesas dormidas, listas para ser liberadas, por un otro masculino. Me interesa en este re lectura, reconfigurar este rol más frágil, pero desde un lado activo en el que la salvación está a en ella. Sin asumir que para ello tenga que dejar de ser femenina. Me interesa que, en esta lectura aparentemente dicotómica, pueda haber puntos medios, en los que lo masculino está integrado dentro de lo femenino.


                        Por otro lado través de la perspectiva deleuziana, en este nuevo universo los límites entre lo salvaje-domesticado, femenino-masculino, el bien y el mal, etc. se hacen difusos. Las posibilidades de existencia, son un devenir fluido en la que el ser no es algo dado y definido si no más bien cambiante y difuso.


                        En sus orígenes, los cuentos tenían una labor civilizatoria en la cual se definía muy claramente el bien y el mal. La composición visual en mi trabajo trata de romper con ese aspecto moralista, relativizar el bien y el mal para mostrar que todos tenemos esos dos lados, el poderoso-frágil, el salvaje-animal y el domesticado, el femenino y el masculino. Al retomar la iconografía de los cuentos me doy la oportunidad de construir mi propio universo iconográfico y metafórico.


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G.S.    Por otra parte, quisiera consultarte sobre tu manejo iconográfico nuevamente, pensando en tu forma de componer las piezas y lo que la técnica de la acuarela que tan bellamente ejecutas, ¿en qué te aporta a tu discurso poético?. Porque no nos olvidemos que la pieza artística no es una respuesta si no una pregunta, o en todo caso remitiéndonos a la teoría semiótica, podríamos decir que de los planos de la expresión y del contenido que componen a la obra, los del contenido apuntan a los de la expresión y a la inversa, como refería Heidegger en su teoría del arte, con este preámbulo, como manejas tu voz poética que despliegas desde tus obras, tanto en esta serie como en otras, coméntanos un poco si sueles desplazarte desde tu locus de enunciación.


A.A.    Respecto a la iconografía, uno de los principales motivos con los que he trabajado a lo largo de estos años son y han sido las niñas adolescentes, me interesan por el constante estado de cambio en el que se encuentran, que nos muestra un lado humano sin domesticar, expresando las pulsiones indomables de la naturaleza y lo salvaje. Un lado en el que las nociones de bien y mal aún no han dejado sus rastros civilizatorios.


                        En relación a la técnica, la acuarela es el medio idóneo que me ha permitido trabajar de manera muy sutil, transparente, diáfana, todos estos temas que no son necesariamente suaves, me interesa crear una relación seductora con el espectador, en la que la pintura sea atractiva por su sutileza, pero al entender el mensaje sea todo lo contrario, conservando así esta complejidad, de la que te hablaba en la anterior pregunta.


                        Por otro lado, los espacios blancos, que dejó en el papel, en la composición me permiten crear silencios para que el mensaje sea más claro y contundente.


                        La acuarela por su naturaleza fluida, mojada, orgánica, me permite explorar este constante estado de cambio en el que los límites no están definidos, el agua y el pigmento van construyendo un devenir de estados e identidades. Esta idea de fluidez técnica también se expresa en todos los otros temas que abordo; en los que la identidad es una constante negociación con el otro, en el que existir no es algo dado e inamovible si no, más bien, cambiante. Mi obra está impregnada de zonas indefinidas entre sujetos, género, transgénero, situaciones, roles, arquetipos.


G.S.    Foucault pregonó en algún momento que el futuro sería deleuziano, tú te referiste a él como un recurso teórico del que te reapropias, para reflexionar en tu proceso creativo, te pregunto por este motivo, ¿Deleuze tiene más influencia en tu obra?, claro, dentro de el gran espectro cultural que te inspira, por supuesto.


A.A.    Si definitivamente, en mi producción existe una idea de camino o de laberinto invisible, es una experiencia siempre tentativa, en la que uno se mueve por intentos. Este laberinto o camino se encuentra siempre conectado en/por múltiples niveles. Tiene un desarrollo rizomático, en la que construyo una red de conceptos por los que puedo transitar aleatoriamente, con múltiples salidas y entradas. El proceso creativo que sigo no es lineal, ni jerarquizado, existen múltiples conexiones entre los conceptos que abordo. Considero que la noción de rizoma, de Deleuze y Guattari, es el más apropiado en la metodología de mi trabajo.


                        Las series que voy trabajando, se van interconectando, es así que por ejemplo hay una relación entre Caperucita la más roja y El libro de la Sangre ( Perséfone).  O la serie del Olor del clan, con todas las otras series. Y no importa por cual empieces, o en cual termines. No hay una jerarquía, ni orden lineal.


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G.S.    Y quisiera preguntarte para terminar, sobre tu videoarte “Contigo”, aunque tu obra da para hablar mucho más, y quedan muchos temas por profundizar, pero por ahora nos sustraeremos de estas preguntas, que concluyen sobre este videoarte, ya que es una de las técnicas en la que también te has destacado en México. ¿El suicidio como lo abordó Durkheim, te sirvió de inspiración? ¿de qué trata la obra según tú, es decir la voz poética que emana de la obra está librada de ti en gran medida, pero esa partecita que sigue anclada en la artista, que dice de la obra, y por qué buscaste decir eso?


A.A.    El vídeo no necesariamente habla de un suicidio, más bien abre muchas otras preguntas, no sabemos si esa sangre es de ella, si es de alguien más.  No sé si sea posible responder esta pregunta con un video, espero que sí. En él cuento un poco estas preguntas que generan la pieza. Te lo paso: